martes, 20 de abril de 2010

¿SOMOS POLÍGAMOS REPRIMIDOS?




Según Freud, lo somos.
La evolución del núcleo familiar descrita por algunos antropólogos sustenta que la endogamia (relación sexual entre varones y mujeres de una tribu) y exogamia (relaciones sexuales con mujeres de otra tribu) evolucionaron en la monogamia con la finalidad de imponer un orden sexual dentro de la sociedad.

El matrimonio monógamo se encuentra regido por leyes políticas, sociales y religiosas y se considera la forma aceptable, deseable, natural y moral de una relación de pareja entre dos homo sapiens. Aunque existan matrimonios consensuados por razones estratégicas, económicas, políticas y sociales, el matrimonio monógamo se ha convertido en una tradición basada en el prototipo del amor romántico, el cual parecería ser determinante para nuestro bienestar y felicidad futura. Se postula que el amor romántico “debe ser” para toda la vida, incondicional y exclusivo (algunos lo describen como “simbiótico”), y es difundido continuamente en nuestra sociedad mediante la educación, la literatura, la música, el cine y la televisión con el objetivo de generar modelos conductuales.

A pesar de esta descripción, la monogamia parece alejada de la naturaleza biológica del ser humano. La imposición social y religiosa ha producido la idealización de este modelo social creando falsas expectativas en sus practicantes. Se dice que la etapa de “amor romántico” inicial que experimenta una pareja recién casada sólo dura entre dos y tres años; la duración promedio de un matrimonio actual es inferior a cuatro años; y en la mayoría de los casos (más de un 50%) se relaciona con infidelidades.

Entonces, ¿es natural la monogamia? Estudios etológicos de aves y mamíferos indican que la monogamia es escasa. Se ha estudiado el tamaño del macho en comparación con la hembra, el deseo sexual animal, los ciclos estrales, el tamaño de los testículos y la producción de esperma. Según D. Barash, profesor de psicología en la Universidad de Washington y autor del libro The myth of monogamy Barash, D. & Lipton, J. (2001). The Myth of Monogamy – Fidelity and Infidelity in Animals and People. New York: Henry Holt and Company. ISBN 0-8050-7136-9 , “no hay evidencia, ya sea biológica, primatológica o antropológicamente, de que la monogamia sea algo natural o normal para los humanos. Hay por el contrario, abundante evidencia de que las personas han sido y son propensas a tener múltiples compañeros sexuales”.

En las últimas décadas ha incrementado la búsqueda por encontrar y experimentar maneras alternativas de relaciones sociales distintas a la monogamia abandonando los ideales de amor romántico. Las comunas, matrimonios grupales, redes íntimas, intercambio de pareja y poliamoría, son ejemplo de estas redes sociales. Aún así, las relaciones que difieran de la monogamia, siguen siendo juzgadas por el resto de la sociedad, aún cuando parezca que exista amplitud de criterio y evolución en éste ámbito. Las familias compuestas por homosexuales, madres solteras, madres producto de inseminación artificial proveniente de un banco de semen, parejas que adoptan hijos e incluso la monogamia seriada, son ejemplos de ello.
Puede ser que biológicamente, el ser humano sea polígamo pero este hecho no implica que el adulterio sea inevitable o que debería considerarse como un acto normal. Justamente lo que nos diferencia de los demás animales es el comportamiento racional, el evitar ciertos impulsos naturales.

Aún con la aprobación del divorcio se continúan cometiendo infidelidades en parejas que viven en unión libre y adulterios. Entre el 25 y el 50 % de los hombres y mujeres occidentales reconocen haber sido infieles a su pareja al menos una vez. Esta teoría podría reforzarse con el incremento estadístico de infidelidades y rupturas matrimoniales asociadas con la comercialización de métodos de prevención y anticoncepción. Los preservativos más antiguos del mundo conservados en el British Museum datan del siglo XVI, fueron elaborados con intestino animal y debían ser sumergidos en leche tibia para su ablandamiento previo a la utilización (buaggg!!). Además de secciones intestinales, se utilizaban fundas de tela, vejigas natatorias de pescado o vejigas de cabra. Pero no fue sino hasta finales del siglo XIX cuando los ingleses comercializan por primera vez preservativos de látex. En 1959, se introdujo al mercado la píldora anticonceptiva oral (en cuyo desarrollo inicial, por cierto, tuvo una participación destacada el químico mexicano Luis Ernesto Miramontes).

Freud argumenta en “Civilization and its discontents”, publicado en 1930, que la civilización se funda sobre la represión de los instintos. Uno de esos instintos, el sexual, nos aparta de la monogamia. Existen otros instintos animales reprimidos, como el llevar ropa cuando hace calor o el defecar en el baño en vez de en la acera. Sin duda, existen homo sapiens poco civilizados que aún se dejan llevar por su instinto animal, y no me refiero al tema de elegir ser monógamo o polígamo. Elegir serlo o no depende de cada uno de nosotros, y el ser civilizado contempla acatar las implicaciones que cada prototipo conlleva.

Me da la impresión, analizando el tema, que los humanos infieles mantienen una posición completamente egocéntrica ya que querrían tener al mismo tiempo los beneficios que otorga la monogamia y los de la poligamia, sin pertenecer completamente a ningún paradigma. ¿Será?


martes, 13 de abril de 2010

MEDITACION OCCIDENTAL

En el libro “With Mystics and Magicians in Tibet”, la autora Alexandra David-Neel, narra la manera en que materializa un tulpa. Nacida en Francia en 1868, fue la primera occidental en penetrar en la ciudad prohibida de Lhasa. Tras múltiples expediciones en búsqueda de la espiritualidad, esta intrépida mujer termina identificándose profundamente con la filosofía de los lamas tibetanos. Durante su estancia en Asia Central percibe que el objetivo de la enseñanza tibetana radica en el incremento del potencial mental mediante ejercicios basados en el dominio de la respiración y meditación. Los tibetanos tranquilizan la mente mediante el control de la respiración, o bien regulan la respiración mediante el control mental.














Un monje en estado de meditación posee control total sobre su cuerpo y mente pudiendo llegar a resistir temperaturas extremas. De la misma forma, es capaz de materializar objetos como los tulpa, entidades creadas por la mente. “Tulpa es, para los tibetanos, la proyección material de una forma concebida por el espíritu, es un fantasma creado por un monje o un iniciado al término de una larga meditación. Puede tomar la forma, indistintamente, de un animal, de un paisaje, de un objeto o de un ser humano. No es una simple visión, sino un fenómeno dotado de consistencia física, capaz de emitir olores y sonidos” relata David-Neel.

Algunos investigadores científicos han podido comprobar que los lamas tibetanos tienen la capacidad voluntaria de crear actividad neuronal intensa conocida como “oscilación en la banda gamma”. Para entender este término, recordemos que las ondas cerebrales son oscilaciones electromagnéticas que se originan mediante periodos de relajación y tranquilidad (ondas alfa); en etapas de sueño nulo, irritación, enojo, temor, frustración, preocupación y tensión nerviosa (ondas beta); en etapas de sueño profundo e incertidumbre (ondas theta); en etapas de sueño profundo e hipnotismo (ondas delta); y en etapas cognitivas (ondas gamma).
En un estudio realizado por científicos de la Universidad de Wisconsin se observó que las personas que practican meditación durante largos períodos auto-inducen oscilaciones de alta amplitud en la banda gamma de manera sostenida mejorando la capacidad cognitiva, la atención, la memoria activa y la percepción consciente.


Los lamas meditan entre 5 y 7 horas por día. Viven contemplando el mundo e interiorizando tanto emociones como sensaciones. Bien lo describe David-Neel en su libro: “Soledad, soledad siempre y cada vez mayor. Con vida tan contemplativa, el espíritu y los sentidos se afinan, observando y reflexionando continuamente.” Esta ideología y filosofía tibetana parece descabellada para la mayoría de los occidentales. Si imaginamos el entorno que rodea a estos monjes tibetanos, podríamos concluir que el resultado de dichos trances alucinatorios se debe probablemente al aislamiento y soledad a que se encuentran sometidos, a miles de metros de altura (más de 4,500 m) en aquellas montañas heladas. ¿De que serviría incrementar la memoria, la capacidad cognitiva y la atención, si tres cuartas partes del día nos encontraríamos ensimismados? ¿de que sirve vivir en un mundo contemplativo? o ¿vivir confinado y aislado rodeado de seres creados por nuestra propia mente?.

La "meditación occidental" difiere enormemente de aquella practicada por los lamas. Aún así, los occidentales hemos encontrado que el concentrarnos en controlar la respiración nos proporciona relajación y tranquilidad. El conceder unos cuantos minutos a escuchar y sentir nuestro propio cuerpo es útil para conseguir un estado de reposo tanto físico como mental. ¡Inténtalo!.




martes, 6 de abril de 2010

SEMANA SANTA: ¿DEVOCIÓN O NEGOCIO?



La conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret es celebrada anualmente por cristianos devotos durante la llamada “Semana Santa”. Tan solo en España, más de 100,000 penitentes realizan procesiones que congregan a multitudes de peregrinos y turistas. Las procesiones son llevadas a cabo por cofradías que portando un paso, realizan un itinerario litúrgico.

Además de la devoción que supone pertenecer a una hermandad, es importante considerar el costo económico que implica. Las cofradías se sustentan con una cuota anual de entre 10 a 40 euros por persona. Durante las procesiones, los miembros de cada cofradía (alcalde, mayordomo, visitador mayor, albacea, nuncio, capillero, camarera, escribano, capellán y costaleros, entre otros) deben ir ataviados especialmente para la ocasión. Según datos de la Unión de Consumidores de Andalucía, el precio medio de un hábito oscila entre los 150 y los 1000 euros, en función de la calidad de la túnica. Los pasos pueden llegar a costar cantidades exorbitantes dependiendo del material con el que están manufacturados, tan sólo la corona de la Virgen de la Macarena está valorada en 600,000 euros. Además se debe considerar el costo de las flores y velas que adornan cada paso (3000 euros), la banda musical compuesta por tambores y cornetas (5000 euros) y el saetero (500 euros/saeta). A grandes rasgos, organizar una procesión tiene un costo que oscila entre los 18,000 y los 73,000 euros, pero según comenta Gerardo Sabador, presidente de la Real Federación de Cofradías y Hermandades de Granada, “la devoción está por encima de cuestiones económicas”.

En Sevilla, estas fechas suponen un gasto de 5,2 millones para el Ayuntamiento. La seguridad y el transporte consumen más de 3,6 millones de los fondos. Durante estas fechas, se requieren vigilantes medioambientales y municipales, Policía Local y Nacional, Protección Civil, bomberos, Cruz Roja, puestos de venta ambulante y servicios especiales del transporte público. En el área de Infraestructuras, el coste total del montaje de los palcos se estima en 330,00 euros, que además "no los cobra el Ayuntamiento sino la Unión de Hermandades que destina estos fondos a sus fines sociales" aclara el delegado Antonio Fernández.
Para evitar los desniveles de las aceras durante los desfiles, se invierten 35,000 euros en rampas de asfalto, y 13,000 euros en el alumbrado público. Los vendedores ambulantes hacen su agosto durante estas fechas incrementando el precio de los artículos en venta 3 euros por encima del precio habitual.

En Sevilla, como en muchas otras ciudades sureñas, la Semana Santa se ha decretado como bien de interés turístico. El consumo de los espectadores asistentes a las procesiones se estima en 109 millones de euros. Los hoteles y restaurantes se registran una ocupación del 90%. Un cuarto de hotel con balcón puede llegar a costar 5,000 euros por semana. A pesar del impacto económico que se genera, el coste municipal de la Semana Santa está sobradamente compensado. En el año 2007, se recaudaron 164 millones en Sevilla.

En muchos puntos de España, el consumo en Semana Santa es el más elevado del año. No cabe duda que las instituciones públicas y privadas se aprovechan de las procesiones para promocionar el turismo y el ocio de las ciudades en donde se realizan. La Semana Santa se ha convertido, no sólo un desfile de peregrinos sino un espectáculo para el resto de la población agnóstica y una fiesta rentable para la ciudad.


Parecería ser que la crisis se congela durante estas fechas.